La gimnasia rítmica, un maillot “a medida” para el CEIP La Rioja

Madrileña, apasionada de la gimnasia rítmica desde que estudiaba Educación Infantil, con once años de dedicación a este deporte y profesora de nuestras riojanitas “por vocación”, aunque confiesa que nunca se lo había planteado “como una opción real” hasta hace pocos años.

Es Sara Artiga, la referencia de nuestras peques en la extraescolar de rítmica, una clase que con el paso de los meses ha acumulado más adeptas y ha terminado como una de las actividades estrella del CEIP La Rioja.

Es su primer año llevando a las niñas del cole, una oportunidad que “llegó por casualidad”, y asegura que, si puede, repetirá el curso que viene. “Me encanta enseñar a las niñas y me encanta este grupo. En la clase hay desde prebenjamines hasta alevines, y todas muestran una ilusión y unas ganas de trabajar que son admirables”, afirma.

Una clase que, como señala, se inicia siempre con un calentamiento grupal, para después pasar a ejercicios específicos para cada categoría. “Al inicio de curso, trabajaba con todo el grupo ejercitando más la técnica para coger una buena base”, confiesa, “pero desde el principio avanzan con intensidad, son muy elásticas y coordinadas y hemos tenido que meter ejercicios más complicados, con saltos, giros, volteretas y manejo de la cuerda, los aros y la pelota”.

Una clase impregnada de valores

De esta forma, el grupo ya ha realizado sus primeras competiciones y exhibiciones, con un muy buen sabor de boca. “El nivel general es bueno, ninguna se queda atrás, tienen mucha elasticidad y aprenden la técnica y los trucos rápidamente”, asegura.

Pero, sobre todo, nuestras peques aportan mucha ilusión, algo de lo que, en buena parte, es responsabilidad directa de Sara. “Yo les intento dar seguridad, admiración hacia el deporte y esa parte de liderazgo que necesitan, pero ellas me aportan mucha confianza, trabajo y mucho cariño hacia mí y hacia la rítmica”.

Por ello, solo espera que tras este curso “aprendan y se lleven de mí la disciplina que requiere la rítmica, que también se puede extrapolar a todos los aspectos de la vida; la responsabilidad de cuidar tanto el material como a sus compañeras; la generosidad de aportar y adaptarse al grupo en cada momento; y mucha motivación para seguir el año que viene”.

Las mamis y papis riojan@s estamos totalmente convencidos de que así será, porque con su esfuerzo, dedicación y ganas ha conseguido generar en nuestras peques la chispa del trabajo, la confianza, la ilusión, el compañerismo y el respeto hacia los demás que tanto nos gustan en este centro.

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