‘La Rioja’ bajo las estrellas

La primera convivencia de este curso, organizada por la AMPA, tuvo lugar el fin de semana del 6 al 8 de octubre. Familias de todos los cursos del cole nos dimos cita para pasar un fin de semana juntos en el albergue de Rascafría.

Durante dos días, niños, niñas y familias nos hemos podido conocer mejor y pasar buenos momentos conociendo la naturaleza de la Comunidad de Madrid.

Hemos podido hacer rutas e incluso vivir mágicos momentos bajo un cielo estrellado que ofrecía un espectáculo incomparable y del que, gracias a los conocimientos de Esther pudimos disfrutar completamente.

Viernes

Aunque muchos llegamos el sábado, el ajetreo empezó el viernes por la tarde: llegada, ‘acreditarse’ en el albergue y encontrar las habitaciones fueron las actividades que centraron la primera tarde de la convivencia. Lo más difícil fue llegar antes de la hora de la cena por el tráfico que había para salir de Madrid. Mientras peques y mayores iban recorriendo el albergue y los alrededores.

Por la noche, cena y, un poco más tarde, más juegos. Pasado un rato, las familias salieron a contemplar el cielo estrellado que, al ser visto en una zona con una nula contaminación lumínica, se ofreció a los visitantes en todo su esplendor. Se dice que algunos vieron el famoso ‘Starlink’: el tren satélite del millonario Elon Musk.

Sábado

Comenzamos la ruta en un grupo compacto que se estiraba por momentos, la marcha de las niñas y niños de más corta edad obligaba a ello. Paramos en el área recreativa de las Presillas decidimos cómo íbamos a hacer las rutas y reanudamos la marcha. Vimos vacas y caballos en los diversos prados por los que transcurría nuestro camino. Tras unos minutos, llegamos a una bifurcación y decidimos dividir el grupo. Por un lado, los mayores, que, con adultos, se encaminaron hacia las cascadas del Purgatorio, mientras que las familias con hijos e hijas de infantil caminamos monte arriba para buscar un lugar sombreado y cerca del río para comer de picnic.

Hay que agradecer a los organizadores y a las familias que habían llegado el viernes que fueran pacientes y esperasen a los que veníamos el sábado. Así pudimos realizar las rutas todos juntos. Muchas gracias, familias.

Ruta corta (infantil y primeros cursos de primaria)

En la bifurcación cogimos el camino de la izquierda y tras un rato de marcha, encontramos un espacio de sombra lo suficientemente grande, con muchos árboles y al lado de una pequeña poza en la que grandes y pequeños disfrutamos y pudimos refrescarnos.

Allí estuvimos un buen rato el que las familias pudimos charlar un rato y conocernos mejor, lo que cambiaba del rápido “hola y adiós” al cruzarnos cotidianamente cuando llevamos a nuestros hijos e hijas al cole y que era el principal objetivo de este fin de semana de convivencia.

Después de descansar un rato volvimos al área recreativa, nuestro lugar de encuentro con el otro grupo.

Ruta larga (primaria y peques de infantil más ágiles)

En la bifurcación cogieron el camino de la derecha y tras cruzar un arroyo y subir unas cuantas pendientes para llegar a una zona con espectaculares vistas de las montañas elevándose sobre los árboles, encontraron un espacio tranquilo para hacer una parada para comer y reponer energía.

Desde aquí quedaba el tramo más complicado para llegar al destino de la ruta, las Cascadas del Purgatorio. Aunque el tramo obligaba a ir mirando por dónde pisaban, de vez en cuando se paraban para observar el arroyo y las paredes casi verticales de las montañas de alrededor.

Cuando llegaron al final del camino y contemplaron la estampa de las cascadas, todos quedaron convencidos de que el esfuerzo había merecido la pena.

Después de un rato disfrutando la zona, llegó el momento de volver y dejar espacio para que otras personas que iban llegando disfrutaran de la zona como habíamos estado haciendo nosotros. Y como no había cobertura para contactar con el otro grupo (ni por tlf. ni por walky), intentaron acelerar la vuelta al punto de encuentro y volvieron más rápido de lo que tardaron en llegar. Aunque parte del grupo esperó a los últimos para garantizar que nadie se quedaba perdido detrás, las últimas en llegar al punto de encuentro llevaban su ritmo.

Merienda y más

Según fuimos llegando a la zona de las Presillas, fuimos merendando, jugando en el césped y refrescándonos con el agua del río que pasa por las Presillas.

Y un buen rato después, llegó la hora de volver al albergue, ducharse e irse a cenar. Después, fue el momento de los juegos de mesa: Código Secreto, Frutal, futbolín, cartas, un montón de opciones aportadas por las familias para pasar un buen rato. La noche del sábado también fue el momento para la celebración de varios cumpleaños de niños y niñas y padres y madres.

Después de los juegos, las felicitaciones y las canciones, llegó la segunda visita al cielo del fin de semana. Nos abrigamos y salimos a la oscuridad, a buscar las estrellas. Cuando encontramos un claro lo suficientemente grande para estar todos cómodamente, Esther empezó su explicación.

Ante nosotros, la inmensidad del firmamento: Andrómeda, Saturno, las dos osas, todos aquellos puntos brillantes cobraron sentido gracias a los comentarios de nuestra compañera de convivencia, lo que convirtió aquel momento en mágico para todos y todas.

Domingo

El domingo por la mañana, tras ‘llenar el depósito’, un momento de organización y de foto colectiva, pusimos marcha al bosque finlandés. Un pequeño enclave precioso con un lago y árboles de gran altura que, en efecto, recordaba a esa zona del norte de Europa. Al salir, caminando entre plantas, nos dirigimos, dentro de La Finca de los Batanes hacia el Puente del Perdón, a cuyo lado se encuentra el Centro de Interpretación de la Sierra de Guadarrama. Al otro lado del puente: unos habitantes singulares: ovejas negras de pelo largo que pasan sus días en un prado que parece una alfombra y custodiadas por un enorme mastín.

Mientras algunos visitaban un bonito arboreto con especies arbóreas de todos los continentes, otros podían ver un video explicativo sobre las riquezas del Parque Nacional De la Sierra de Guadarrama, además de unas espléndidas fotografías de gran formato que, sin duda, captaban la majestuosidad de algunas de las zonas icónicas del Parque.

Tras esta visita, un pequeño paseo hasta llegar de nuevo al Albergue y más juegos, esta vez con bicis, patinetes, patines, slackline, etc.

Después de comer y aprovechando el tiempo que hacía nos fuimos otra vez a la zona recreativa de Las Presillas, donde disfrutamos de un último momento de relax antes de poner rumbo de vuelta a Madrid.

Un fin de semana genial en el que todos los integrantes de las familias hemos disfrutado mucho y nos hemos conocido mejor, fortaleciendo la comunidad que constituye la AMPA de La Rioja.

La próxima convivencia será en junio, nosotros repetiremos. Si no lo habéis probado aún, no lo dudéis, os encantará.

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